Shazam!, una película mucho más DC de lo que se podría haber esperado
- Juani Fissore
- 3 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 jul 2021
Todo parece indicar que DC Comics en el cine funciona mejor con películas individuales que intentando cruzar personajes. Así lo demostraron los éxitos que resultaron ser Wonder Woman y Aquaman. Ahora la trinidad queda formada junto a otro héroe que llegó cabizbajo y caminando despacio, frente a la imponente sombra de Avengers: Endgame. Shazam! fue otro gran éxito para DC comercialmente, salvando las claras distancias que el final de la guerra del infinito supone, claro está.

Estamos frente a una película extremadamente divertida, llena de chistes muy bien llevados y que funcionan muy bien con este personaje. No hablamos de un humor familiar, sello característico de Disney, sino más bien de una inocentada tremendamente graciosa que, pese a lo que pueda parecer, no cae para nada en el terreno de lo infantil.
La historia, aunque simple y lineal, es atractiva. Billy Batson es un chico huérfano quien es adoptado por una familia de lo más diversa, ya que sus “hermanos”, si se los puede llamar así, comparten su mismo origen. Billy vive metido en problemas, y es justamente esto lo que lo lleva a meterse en un tren para escaparse de otros chicos que querían golpearlo. En eso, se da cuenta que dentro del tren no hay nadie más que él.

En cierto momento, el vehículo deja de moverse y nuestro protagonista se encuentra en un lugar extraño y totalmente ajeno a lo que podríamos considerar “nuestro mundo”. Parece una especie de templo antiguo, y Billy camina con cuidado mientras observa estatuas que parecen ser personificaciones de Dioses Antiguos. Está desconcertado, no sabe donde se encuentra ni como llegó ahí.
De repente, una voz le dice que siga adelante. En el centro del templo encuentra a un anciano, muy desgastado por la edad, sentado en una especie de trono, quien le dice que su momento a llegado, que algo siniestro está llegando y es el elegido para ser el campeón de la tierra.
Como es de esperarse, Billy no hace otra cosa más que reírse en la cara de este hombre. Entonces, el anciano lo obliga a posar su mano en el cetro que éste porta y pronuncie la “palabra mágica”. Billy sigue riéndose, pero al ver que el anciano va en serio, decide seguirle el juego. ¡SHAZAM!

A partir de acá, la película es una locura total. Una montaña rusa de comedia que parece no darte respiro ni para pestañar. Y esto es lógico. Uno no esperaría ver algo tan épico como Aquaman en una historia así. Estamos hablando de un chico de 14 años que, de golpe y porrazo, pasa a tener la inteligencia de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, la valentía de Aquiles y la velocidad de Mercurio. ¿Qué harían ustedes, a esa edad, con todas esas habilidades? Esto es lo que la película se propone, sin más ni menos.
El resto de personajes también aportan lo suyo, con mención especial a Freddie Freeman, quien posiblemente sea lo mejor de la película. Fanático exagerado de los superhéroes, será quien ayude a Billy a dominar sus habilidades, dejándonos mil y una escenas para llorar de risa.
El villano de esta historia es el Dr. Sivana, un científico obsesionado con acceder al otro plano, ya que en su niñez también había sido convocado por el “anciano” para ser el campeón, pero no logró pasar la prueba. De este personaje no vamos a hablar mucho más para no entrar en terreno de los spoilers, pero la sensación que deja es agradable. Es un personaje a la altura y con el que el espectador logra empatizar, no se siente que tiene que estar ahí porque sí como muchos otros villanos en películas de este estilo. Aunque claro, no logra ser realmente una amenaza demasiado grande y, siendo una película de Shazam, el fanático de toda la vida se queda con las ganas de verlo enfrentarse a Black Adam. Tal vez para una posible secuela.

Para terminar, cabe mencionar que esta es la película mejor establecida dentro de la continuidad del Universo Extendido de DC hasta el momento, y esto termina resultando medio contradictorio. Ya sabemos que Warner quiere enfocarse en hacer películas individuales y “dejar un poco de lado” todo el tema del universo compartido. Sin embargo, Shazam está PLAGADA de referencias a otros personajes y películas anteriores, sobre todo gracias a Freddie y su fanatismo, además de contar con un cameo que simplemente volará la cabeza de todo aquel que no se lo vea venir. En este sentido, la película funciona muy bien dentro de esta continuidad y en parte puede que haya pegado tan bien gracias a estas conexiones.
Dicho lo dicho, estamos ante un producto muy disfrutable tanto para fans como para quienes no conozcan al personaje, ya que el origen de su historia está muy bien construido y contado de una manera magistral. Una película que no hizo mucho ruido o, si lo hizo, quedo opacada por el gigante del guantelete, pero que sin duda logró lo que se pretendía, presentar a un personaje divertido. Shazam, desde esta publicación impresa, se queda con un 8 redondo.
DC está de vuelta, señores. Y su universo compartido, digan lo que digan, también.
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