top of page

Repaso al Survival Horror, el género que ¿murió?

  • Foto del escritor: Juani Fissore
    Juani Fissore
  • 8 abr 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 30 jun 2021

Los videojuegos de terror no son algo nuevo, sino más bien se podría considerar un género explotado hasta la saciedad y que hoy en día no logra aportar nada interesante o que verdaderamente logre el cometido de asustar a su público. Pero esto no siempre fue así. En sus inicios, el survival horror fue un género que brilló por encima de muchos otros considerados pilares básicos en el ámbito gamer, tales como el FPS o el RPG.



El primer puntapié de lo que sería un género de este estilo vino de la mano con Alone In The Dark, videojuego desarrollado por Infogrames y publicado para DOS en 1992. El titulo nos presentaba en un ambiente cerrado, cubierto por miles de trampas y puzzles, además de que el personaje principal estaba totalmente indefenso. Un survival en toda regla, sólo que no se podría considerar un juego de terror por su estética claramente luminosa en ciertos aspectos.

El juego fue un éxito en todos los países en los que se comercializó, por lo que inmediatamente se volvió una saga que hoy en día sigue sacando títulos ya más orientado a lo que el género ofrece en la actualidad.


El estilo que propuso Alone In The Dark llamó la atención de una compañía que estaba gozando de una buena reputación económica gracias a su Megaman. Capcom vio en este videojuego la posibilidad de llevar esta idea mucho más allá y desarrollar un proyecto que busque generar miedo y tensión en el público. Lo lograron, y con creces. Resident Evil salió a la venta para PlayStation en 1996, e inmediatamente se volvió uno de los títulos más importantes hasta ese momento. Presentaba un ambiente totalmente lúgubre y asfixiante, además de meter al jugador en una atmosfera claustrofóbica de la que era muy difícil despegarse.



El juego introducía dos personajes jugables, Chris Redfield y Jill Valentine, cada uno con una visión de la misma historia, por lo que era indispensable jugar con ambos para conocerla por completo. La cuestión es que, junto con otros personajes del escuadrón de policía de Racoon City conocido como STARS (Barry Burton, Albert Wesker y Rebecca Chambers), están atrapados dentro de una mansión llena de zombies y una amplia variedad de monstruos producto de experimentos realizados por la compañía farmacéutica conocida como Umbrella Corp.


La base era similar a la del título de Infogrames. El jugador estaba atrapado dentro de una mansión que tenía miles de puertas y lugares por explorar, la gran mayoría estando cerradas al principio, de manera que había que avanzar en la trama y resolver una gran cantidad de puzzles realmente complejos para los estándares de la época para poder abrirlas y continuar. Todo esto sumado a que el jugador tiene pocas armas y una cantidad muy limitada de munición para abrirse paso en un escenario infestado de enemigos con una estética tan tétrica que dan “cosa” incluso a día de hoy, volviendo el juego un verdadero survival horror.

El género recibe su nombre gracias a este título, ya que la crítica especializada no sabía cómo clasificar una aventura de estas características, siendo considerado el primer juego de “terror verdadero”, dejando a Alone In The Dark como un prototipo de lo que más tarde se hizo. Inmediatamente se pensó en una secuela, y Resident Evil 2 apareció en 1998.



Esta segunda parte nos presentaba a Claire Redfield (hermana del protagonista del juego original) y a Leon S. Kennedy como personajes jugables, además de secundarios conocidos como Ada Wong. El juego llevó al siguiente nivel todo lo que había hecho grande a la primera entrega, siendo considerado hoy en día como uno de las mejores experiencias de terror jamás realizadas, superando en absolutamente todo al anterior.


Es en este punto cuando el género se expande como nunca, derivando en subgéneros tales como el terror psicológico de la mano de Silent Hill (franquicia que también dio mucho de qué hablar, y que podríamos ocupar en alguna publicación a futuro) y Fatal Frame, ya entrados en los 2000, o el terror más de acción con Dino Crisis, también de Capcom. Estos títulos se presentaban como el futuro del género de terror, sumado al imponente regreso de Jill Valentine en Resident Evil 3: Némesis, lanzado en 1999.



El nuevo siglo catapulta al género mucho más alto todavía con la aparición de Silent Hill 2 y Resident Evil: Code Verónica en 2001, que se llevaron el halago de los críticos desde el primer momento y, a día de hoy, son recordados como entradas muy sólidas en ambas franquicias.


La que para ese entonces era la nueva consola de Nintendo, la GameCube, recibió la exclusiva de una precuela de la saga titulada Resident Evil 0 que tenía como protagonista a Rebecca Chambers y a su equipo de STARS antes de los sucesos narrados en el Resident Evil original, además del precioso remake de este último que suele considerarse como una obra maestra dentro del género, además de ser el favorito de quien les escribe. PlayStation, por su parte, contraatacaría con la exclusiva de Silent Hill 3, el que para muchos es el mejor título de la saga.


A partir de acá, parece como que el género empieza a desmoronarse. Silent Hill 4: The Room pierde fuerza respecto de su entrega anterior y Resident Evil 4 presenta un cambio de rumbo radical para la saga. El título, para alegría de muchos, nos traía de vuelta a Leon S. Kennedy esta vez en el medio de un pueblo infectado por un extraño virus que controlaba la personalidad de sus habitantes. La trama, a pesar de olvidarse completamente de la historia de la saga, parecía interesante hasta que apareció a mediados de 2005.



Resident Evil 4 era un título de acción, un shooter en tercera persona que se carecía en su totalidad del terror propio de los títulos anteriores. Los seguidores más acérrimos de la saga despreciamos este cambio, aunque quienes recién conocían Resident Evil por esta nueva entrega quedaron fascinados por su ambiente. De esta manera, Resident Evil 5 y Resident Evil 6 siguieron la misma línea, cosechando buenas críticas por parte de la nueva generación de jugadores y rechazo por la original.

Resident Evil 7 volvió al terror que caracterizó la saga en sus inicios, pero las malas críticas recibidas dejan bastante que desear.


Cabe aclarar que, a pesar de la crítica establecida, no consideramos a los títulos actuales como malos juegos. Todo lo contrario, entretienen y mucho. El problema que vemos es que hayan querido innovar una saga que ya estaba establecida cambiándola totalmente de género. Creemos que estos juegos hubieran funcionado mucho mejor, tanto en critica como en ventas, si no estuvieran bajo la marca Resident Evil y hubieran comenzado una franquicia diferente.



Si bien de vez en cuando aparece alguna que otra sorpresa muy buena como el FPS psicológico conocido como F.E.A.R. de 2005 o el increíble Dead Space de 2008, estas últimas entregas de la saga madre más la sospechosa desaparición de la franquicia de Konami después del polémico Silent Hill: Origins en 2007 o el reboot fallido de Alone In The Dark en 2008 nos dan a entender que ya no volveremos a ver ese género que tanto marcó a los jugadores de finales de los ’90 y principios de los 2000.


La saga de Capcom, sin embargo, remontó sobremanera presentando el remake de Resident Evil 2 en 2018, cosechando resultados alucinantes y respetando a la perfección al clásico de finales de los '90. Ahora, hace apenas unos días, se estrenó el remake de Resident Evil 3.



También te puede interesar

Comments


bottom of page