John Wick, la saga que cambió el género de acción
- Juani Fissore
- 3 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 jul 2021
“Ése maldito don nadie… es John Wick.” No se necesitó mucho más para dejarnos en claro que lo que estábamos a punto de ver iba a ser algo sorprendente. En octubre de 2014 éramos testigos de una película que traería consigo una bocanada de aire fresco para el cine de acción, repleta de balas y con coreografías de peleas extremadamente pulidas. Escrita por Derek Kolstad, y dirigida por la dupla Chad Stahelski-David Leitch, John Wick vendría a significar un gran punto y aparte en la industria del cine.

El primer punto a tener en cuenta es el trabajo en la dirección de Stahelski y Leitch. Ambos desarrollaron sus carreras como coreógrafos de peleas y dobles de riesgo, por lo que su mano está a la vista.
Obviamente, hay que DESTACAR (así, con mayúsculas) las escenas de acción, donde mucho tuvieron que ver estos señores. Hay que mencionar la claridad de las escenas, que se valen -en su mayoría- de planos generales y largos planos secuencia con un mínimo movimiento de cámara. Tanto Stahelski como Leitch consideraron hacer foco más en la contundencia de los golpes que en la velocidad, lo que también da lugar a escasos cortes y dota de un mejor ritmo a la película, permitiendo al espectador ver la coreografía en toda su gloria.

Influenciados por los clásicos del cine noir y las películas del director hongkonés John Woo, lograron dar forma a un mundo tan impresionante como misterioso, con bases muy bien establecidas y un marcado contraste entre la “vida normal” y el “bajo mundo” de los asesinos.
Otra clave es, sin lugar a dudas, la participación de Keanu Reeves como John Wick. Participación que va más allá de la propia interpretación del personaje, puesto que Reeves se involucró de tal forma con el papel que incluso ayudó a Kolstad a terminar de pulir el guion.
También fue él quien acercó al proyecto a la dupla Stahelski-Leitch, a quienes conocía de su trabajo en Matrix. En cuanto a su desempeño como tal, no queda más que decir que es espectacular, dando lugar a un personaje extremadamente carismático que se vale de pocas palabras y gestos para empatizar con el espectador, a pesar de que la información que tenemos sobre él en un principio es relativamente escasa.
John Wick se va construyendo gradualmente según lo que nos van contando los demás. Está construido en base a leyendas, y cuando aparece nos damos cuenta el por qué. Y, a diferencia de lo que ha ocurrido con otros personajes contemporáneos del cine de acción, no da la sensación de ser intocable, aunque es una cualidad que parece haberse ido perdiendo con las entregas posteriores. Mención especial para los secundarios Winston (Ian McShane), Charon (Lance Reddick), Bowery King (Laurence Fishburne) y Sophia (Halle Berry), que son una más que interesante adición, y esperamos ver más de ellos en el futuro.

A día de hoy, la saga cuenta con tres entregas en su haber -todas de un éxito terrible- una cuarta en proceso de filmación y una serie spin-off ambientada en su universo pronta a estrenarse.
También te puede interesar
Commentaires